En España, el agrícola es un sector clave para la economía que está atravesando una auténtica revolución marcada por la transformación tecnológica y la mejora de la productividad.
La inversión en agricultura sostenible ofrece una oportunidad muy interesante en el largo plazo, con retornos muy atractivos, descorrelacionados de los mercados financieros y sostenibles en el tiempo. Además, el sector agrícola ofrece un enorme potencial de generación de riqueza en forma de creación y retención de empleo en zonas rurales, reducción del impacto medioambiental de las explotaciones agrícolas, así como modernización y sofisticación de las economías locales a través de la inversión en tecnología e innovación aplicadas al campo.
La rentabilidad de la revalorización de los terrenos sumada a la atractiva rentabilidad esperada por la explotación de los mismos, ofrecen una clara oportunidad de inversión estable y resiliente frente a la volatilidad e independiente del ciclo económico.